El pabellón nacional comienza a flamear nuevamente en las Islas Malvinas. Era el 2 de abril de 1982 |
El 2 de abril de 1982 la Argentina recupera sus islas, luego de una operación, llamada "Operación Rosario" que se llevó a cabo con un rotundo éxito. Allí, pese a lograr el objetivo con impecable resultado, se perdió la primera vida, la de Pero Giachino. Mientras tanto Gran Bretaña ya tenía a la de "Flota de Avanzada" yendo hacia la Isla
Ascensión y a la Real Fuerza Aérea, desplazando a la gran mayoría de sus
aeronaves, concretando el puente aéreo "Gibraltar-Ascensión".
Las tropas argentinas desembaron los comandos anfibios. El primer grupo rodeó y copó el cuartel de la guarnición británica que se encontraba en
Moody Brook, faltando poco para que se produjera el amanecer. Esta operación constó, entre otras cosas, en provocar
explosiones y de esta manera impresionar a los defensores de Puerto Argentino y hacerlos cundir en pánico.
Un segundo grupo, al unísono, tomó la casa
del gobernador, intimándolo a rendirse. Esto originó el comienzo de un fuego intenso sobre la
parte superior de la ventanas, de la casa, intentando, posteriormente con éxito, quebrar la voluntad y moral de sus
defensores. Es allí que en un heroico intento de entrar en la casa del gobernador es herido de muerte Pedro Giachino.
Los movimientos se habían comenzado a efectuar a las 00:00 horas, cuando comenzaron a ingresar a la
unidad aérea, los efectivos del Ejército Argentino que iban a ser transportados hacia las islas.
El RI 25 del Ejército, que comandaba el coronel Mohamed Alí Seineldín, la Compañía de Ingenieros
de Combate 9 e integrantes del Comando de la IX Brigada de Infantería.
Llegando a las 07:00 horas, fue ocupado el
aeropuerto, que los ingleses habían obstruido para el aterrizaje, con máquinas viales
y vehículos volcados que fueron removidos sin oposición de ninguna índole.
Esta tarea fue realizada por una Sección de la Compañía C del Regimiento de
Infantería 25, (al mando de Seineldín) con apoyo de la
Compañía del BIM 2, en media hora.
Pocas horas antes, de estos acontecimientos, en las primeras del 2 de abril, la IX Brigada Aérea de Comodoro Rivadavia, mostraba un
movimiento poco usual, mostrando que en la plataforma de la unidad, se encontraban estacionados
tres Hércules C-130H, dos Fokker F-28 y poco después de la 01:00 se sumó otro
Hércules C-130H y un Hércules KC-130H.
Los obstáculos encontrados en el aeropuerto demoraron la hora preestablecida para
comenzar la operación, por lo tanto, el Hércules C-130H TC-68, comandado por el comodoro
Carlos Julio Beltramone, comenzó su viaje rumbo a Malvinas a las 05:15, trasladando al GOE, al Estado Mayor
del Componente Aéreo del Teatro de Operaciones Malvinas (EMCATO), un Elemento
Control Transporte Aéreo y el material para establecer la terminal de cargas
en la nueva unidad aérea de combate.
Ya a las 08:20 horas. el VAO COMANDO recibió la información brindada por el Almirante Walter Allara, Comandante de la
Fuerza de Tareas Anfibias, notificando que el Gobernador deseaba parlamentar con el
Comandante de la Fuerza que había desembarcado, a lo que el Almirante Carlos Büsser se
trasladó a la residencia de Rex Masterman Hunt junto al Capitán Oscar Monnereau, portando una bandera blanca confeccionada con una
antena de un equipo de radio y una bolsa de plástico blanca, y el Capitán Roberto Roscoe
Sobre este suceso el Almirante Büsser contaría: "El vehículo que ìba a la cabeza recibió
97 impactos, pero nadie resultó herido de gravedad. Después vino la rendición.
Hunt pidió que fueramos a su casa. Lo hicimos. Allí estaban el Gobernador de
las Islas y el Vicecomodoro Gilobert de la Fuerza Aérea Argentina. Me enteré
que teníamos heridos, pero no sabía que era el Capitán Giacchino. El trato con
Hunt fue inicialmente duro, demasiado rígido. La situación era tensa. Se negó a
darme la mano. Lo que yo pretendía era generar un ambiente de razonable grado
de confianza porque querìa que se rindiera lo mas rápido posible, para atender
a nuestros heridos. Hunt se demoraba y le dije que habíamos ido allí para su
rendición, que había heridos Argentinos y que si quería rendirse lo hiciese
rápido. Así lo hizo."
El HerculesTC-68 sobrevoló cielo malvinense por
espacio de una hora, haciendo órbita al este de la pista de Puerto Stanley, mientras la despejaban de los obstáculos citados líneas arriba, aterrizando a las 08:45, con elementos que constituían el sustento fundamental para la formación de la BAM Malvinas que, a pesar de haber sido
el primer objetivo inglés, ya que sabían de la importancia vital
que significaba para el mantenimiento de la guarnición argentina en el archipiélago, terminaría resistiendo
cuarenta y cinco días bajo un brutal fuego aéreo y naval y se mantendría operativa hasta el final de los combates.
El GOE, que tomó el aeropuerto, revisó las distintas instalaciones que poseía y una vez verificada la ausencia de elementos riesgosos en lo personal y materialmente, fueron puestas las dependencias en manos de los encargados de establecer
los servicios generales para el funcionamiento normal y operativo del aeropuerto y de control de todas las naves
en el ámbito de Malvinas.
Cerca del mediodía despegó, hacia Malvinas, al primer Hércules que
se trasladó, desde Comodoro Rivadavia, al Estado Mayor de la IX Brigada de
Infantería, la masa del RI 25, y la Compañía de Ingenieros 9, junto con todos
los Hércules C-130H y los Fokker F-28,
Siguiendo con el itinerario planificado por la
conducción política, se evacuó, en los vuelos de regreso al continente, a todo el personal
del BIM 2, que fuerza relevado a las 14:00 por el RI 25, quienes se hicieron cargo de la
seguridad en Malvinas; tarea en la que permanecieron hasta
el 7 de abril
De ese mismo modo, se trasladó, también a Comodoro
Rivadavia, al gobernador Rex Hunt, junto a toda su familia y la totalidad de los integrantes de su comitiva como asi también a los Royal Marines. Todos fueron reembarcados en un Boeing B-707 que a las 23:40, levantó vuelo con destino al aeropuerto de Carrasco de la
vecina Uruguay.
Ese mismo 2 de abril, el Comando Aéreo Estratégico ordenó el despliegue de una escuadrilla de Pucará, de la
III Brigada, que se encontraba desde el día anterior en Río Gallegos. De esta manera las 16:00 horas,
aterrizaron en Puerto Argentino, los primeros aviones de combate . La seguridad de Puerto Argentino,
quedó en manos de la Compañía de Policía Militar 181 que llegó un día después, el 3 de
abril, en el Hércules C-130H TC-64.
Mientras tanto, Margareth Tacher, desde Londres advertía que iba a aplicar sanciones económicas y decidía el envío de
la Task Force para intentar "recuperar" las islas, rumbo al Atlántico Sur.
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